Chapeau por William Wyler que fue capaz de llevar a la pantalla por segunda vez, con 30 años de diferencia, una película sobre relaciones lésbicas.
La calumnia de William Wyler, 1961, otra historia maravillosa contada de forma inmensa, aunque en su época tuviera a la crítica dividida, muestra sin decir, señala sin nombrar, con elipsis que aciertan con el presente de forma milimétrica.
En la película dos actrices, Shirley MacLaine como Marta y Audrey Hepburn como Karen, que trabajaron juntas en esta cinta únicamente y sin embargo funcionan extraordinariamente bien.
James Garner, como el Dr. Joe Cardin, quizás al principio se puede entender como un fallo de casting pero con ese final tan contundente encaja a la perfección.
"La calumnia", un título aplastante y una de las pocas veces, que el elegido en español es más acertado que el título original, "The children's hours".
Por último, curioso como en el desenlace, habiéndose descubierto la calumnia, habiéndose ofrecido un resarcimiento, el final es fatalista. Parece como que al descubrirse los sentimientos que estaban en el inconsciente de una de las protagonistas, surgiera la culpa y se ofreciera el fatal desenlace al espectador.
Finalmente ese camino triunfal de Karen, (Audry Hepburn), con ese travelling maravilloso, libre de obstáculos, entre los integrantes de aquella farsa, con cimientos tan profundos, ponen de manifiesto la soledad de los sentimientos más auténticos y es la verdadera compensación por todo el daño infringido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario