viernes, 10 de noviembre de 2017

“Silencio”, Martin Scorsese. 2016.


Llena de expectativas me siento en la sala de cine a disfrutar de esta película. Siempre me informo previamente porque así disfruto más de la cinta.

La misión de los Jesuitas en Japón durante los siglos XVI y XVII es un tema absolutamente novedoso para mi, por tanto considero que, en este caso, es más necesario aún conocer esta parte de la historia, no solo para disfrutar de la película, sino para entender qué nos están contando básicamente.

La película de Scorsese está basada en la novela homónima de Shusako Endo (27 de marzo de 1923, Toshima, Tokio, Japón, 29 de septiembre de 1996, Tokio, Japón) un reconocido escritor japonés del siglo XX que escribió con la singular perspectiva de ser japonés y católico, teniendo en cuenta que la población cristiana en Japón es del 1%.

Al parecer el proceso de integración del catolicismo en Japón fue muy dificultoso y Endo sufrió esta inculturación en él mismo y en su familia. Considero que este aspecto es crucial a la ahora de la adaptación cinematográfica de la novela, tanto a nivel argumental como en las consideraciones personales de cada papel.

La película trata de dos sacerdotes Jesuitas portugueses, Sebastião Rodrigues (Andrew Garfield) y Francisco Garrpe (Adam Driver) que se enfrentan a una persecución violenta cuando viajan a Japón en 1640 con dos objetivos: localizar a su mentor, el Padre Cristóvão Ferreira (Liam Nesson), y difundir las enseñanzas del cristianismo. En este aspecto la película sobrecoge por la crudeza de las imágenes, los métodos de sometimiento y los fundamentalismos de los personajes, que ríase usted de los yihadistas.

Sobre todos los actores me quedo con Andrew Garfield (Leones por corderos, La red social). A su corta edad (33 años) tienes mucho camino recorrido y, como no es extraño, borda el personaje.

Al estar la película basada en una novela y al ser esta novela de carácter histórico, ambas tiene las consideraciones personales que escritor y director hayan creído oportuno darle. Dejando claro este pormenor, hay un pequeño detalle en la adaptación de “Silencio” por Martin Scorsese que, según lo visto y leído, cambia por completo el sentido de la historia, sobre todo para el espectador que va virgen de conocimiento a la proyección.

En la película se pierde gran parte del proceso de dudas de fe del protagonista de la novela, en la cual dice literalmente “me he convencido de que el Dios que predica el clero en las iglesias y mi propio Dios son dos seres distintos”, por tanto Rodrigues apostata porque deja de ser católico, interiorizando una idea de Dios distinta a la doctrina de la época y por supuesto no permitida.

Dicho esto y conociendo este importante detalle, el final, que por supuesto no desvelaré, cambia totalmente el sentido y la esencia de la película, que queda claro en la novela y en la historia.
Al parecer Scorsese visitó El Vaticano para proyectar la película a un número elevado de sacerdotes jesuitas. No debe ser casual este hecho por dos consideraciones, una que Jorge Mario Bergoglio sea el primer Papa jesuita y otra que la “versión” de Scorsese sea más aceptada por la iglesia actual.

http://www.historiajaponesa.com/acerca-de-la-adaptacion-de-silencio-por-martin-scorsese/

http://filasiete.com/peliculas/silencio/




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