Hoy
he vuelto a disfrutar de una tarde de cine. He salido de la película
encantada. Y como todas las experiencias cinematográficas, me dejan
una sensación de bienestar que si no la pienso, no la elaboro y la
pongo fuera, algo falta, así que ahí va mi comentario sobre la peli
de esta tarde."Un monstruo viene a verme" Juan Antonio
Bayona (2016).
Llegué
a la película aturdida por la machacante promoción que ha tenido en
los medios de comunicación. Esto, unido a un lento despegue, me ha
transmitido que lo bueno se hace esperar.
Se
percibe claramente cómo su Director bebe del cine clásico. Sus
claras referencias a "King Kong" y a "E.T." son
evidentes.
Amenabar
creó tendencia al autopsicoanalizarse a través de sus películas,
Bayona percibió esa genialidad, que ya Woody Allen "patentara",
y lo ha incorporado a sus películas con maestría.
La
idea de ambigüedad que transmite para comunicarnos que nada es bueno
ni malo sino todo lo contrario, ese anti-maniqueismo, siempre resulta
positivo y gusta a propios y extraños.
Bayona
está un un momento de "ahora o nunca" en su camino a la
consagración, por eso le "perdono" su enfoque atronador de
un final que, para mí, hubiera sido perfecto con algo más de
fragilidad.
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