El sueño americano es un concepto del que se ha hablado en infinitas ocasiones, tratar lo que ha supuesto la base de la sociedad americana en películas es complejo, valiente y sin lugar a dudas revolucionario.
Esto lo han hecho muchos directores, pero este fin de semana me he topado de nuevo, además por casualidad, con dos películas, American Beauty, 1999, y Revolutionary Road, 2008, ambas de Sam Mendes, sorpresa emocionante, también, descubrir esto.
El planteamiento que hace el Director en estas dos películas, para tratar el mismo tema, es tan diferente y tan semejante a la vez que asusta. Y asusta porque, lo plantees como lo plantees, liberarse de la parte negativa del concepto es casi imposible.
Quizá en American Beauty lo haga de una forma más compleja en cuanto a que trata factores sociales anexos que se implican en la trama, sin dejar ningún cabo suelto, y en Revolutionary Road lo haga de una forma más concreta, ya que habla de felicidad y de bienestar, planteando esa dicotomía de forma tan aséptica y emocional a la vez que, como poco, te deja pensando, y si te dejas llevar, te arrastra a indagar, leer, reflexionar y poner las ideas en un papel para sacarle el mayor jugo.
American Beauty habla de ambición, de arribismo, de conformismo, de abnegación, de sueños rotos, de darle forma a esos sueños con seguridad y empuje, tomando como impulso actitudes obsoletas y sin sentido, dejando poco espacio a la esperanza.
Revolutionary Road habla de bienestar que no de felicidad, de postergar, del materialismo que nos adormece y nos aletarga, para formar parte de esa clase social "distinguida", del anclaje tan poderoso que supone formar parte de esa clase social de la cual salir es imposible sin considerarte un loco, dejando ningún espacio a la esperanza.
Esto que he escrito es una invitación para entrar a estas dos películas maravillosas, con los ojos bien abiertos, con las emociones a flor de piel, para captar todo lo que su Director quiere comunicar. Mendes no habla de fatalismo sino de determinismo en el más amplio sentido de la palabra.
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