Le
preguntaron a Rosalía que si ella creía que estaba inventando un género
musical, a lo que Rosalía contestó que cada vez sentía más que todo
estaba inventado, que todo depende del contexto, que cuanto más se juega
con el contexto más diferente parece todo, llegado al concepto en si
mismo. Y casi sin pensarlo y desde un significado totalmente integrado
dictó una sentencia.
Hace unos años, visitando el Centro Nacional de Arte y
Cultura "Georges Pompidou" de París contemplé la obra del polémico
artista conceptual Piero Manzoni: "Mierda de Artista", 1961.
Consiste en una lata cilíndrica de metal, de cinco
centímetros de alto y un diámetro de seis centímetro y medio, que
contiene, según la etiqueta firmada por el autor, mierda del artista,
literalmente. El artista realizó un total de 90 latas producidas y
envasadas en mayo de 1961, numeradas y firmada por él.
Parece ser que se trata de una crítica mordaz al mercado
del arte, en el que la simple firma de un artista con renombre produce
incrementos irracionales en la cotización de la obra, aunque ese no fue
el mensaje que caló en mi, sino comprender cómo dentro de un contexto
determinado llegó a crear un concepto en si mismo, sin ambages. El alarde
de creatividad de Manzoni me pareció sublime.
Esto me llevó a pensar por qué la creatividad tiene
que ser antisocial, también pensé que la sociedad tiene un orden, que
crear es romper categorías, ir al caos y volver con algo de valor en la
mente.
Vivir en sociedad tiene muchas ventajas que son claramente
visibles, pero las desventajas no lo son tanto. Por ejemplo, si vamos por
la calle no nos damos cuenta que no podemos gritar, si gritamos
probablemente alguien llame a la policía y este ejemplo, si lo
convertimos en concepto, es la metáfora de muchas cosas.
Sin ir más lejos, el otro día conocí a una cantante
americana llamada, Billie Eilish. Tiene 17 años actualmente y cuando
tenía 13 subió a la plataforma de internet SoundCloud una canción que
grabó en su casa, con su hermano Finneas y se hizo viral, convirtiéndose
en un gran éxito. Me quedé tan sorprendida por este fenómeno que no pude otra
cosa que empezar a leer sobre él y conocer más acerca de los hermanos O`Connell.
Al parecer los padres de Finneas y Billie decidieron no
llevar al colegio a sus hijos, sino que fueron educados en casa,
rodeados de instrumentos y música. Esto es algo impensable para nuestro
país, pero en Estados Unidos está permitido y así Finneas y Billie
fueron liberados de pertenecer a un sistema educativo encorsetado, que
hace que los alumnos acumulen conocimientos,
poniendo a prueba su creatividad de forma honesta y desde la más
absoluta privacidad e intimidad de su casa.
Por todo esto me niego a pensar que la creatividad sea algo
subversivo o reaccionario que está inserto en un ambiente inadecuado.
Considero que está todo inventado pero que para poder avanzar tenemos
que llenarnos de referentes e indagar nuevos sistemas sociales sin miedo
a equivocarnos o contradecirnos, porque como dijo Walt Whitman contenemos multitudes.
El secreto está en acudir a los primeros principios, a la
simplicidad, pero, como decía Hannibal Lecter en "El silencio de los
corderos", leyendo a Marco Aurelio nos podemos preguntar qué es cada
cosa, cuál es su naturaleza.