lunes, 29 de abril de 2019

Todo está inventado.

Le preguntaron a Rosalía que si ella creía que estaba inventando un género musical, a lo que Rosalía contestó que cada vez sentía más que todo estaba inventado, que todo depende del contexto, que cuanto más se juega con el contexto más diferente parece todo, llegado al concepto en si mismo. Y casi sin pensarlo y desde un significado totalmente integrado dictó una sentencia.

Hace unos años, visitando el Centro Nacional de Arte y Cultura "Georges Pompidou" de París contemplé la obra del polémico artista conceptual Piero Manzoni: "Mierda de Artista", 1961.

Consiste en una lata cilíndrica de metal, de cinco centímetros de alto y un diámetro de seis centímetro y medio, que contiene, según la etiqueta firmada por el autor, mierda del artista, literalmente. El artista realizó un total de 90 latas producidas y envasadas en mayo de 1961, numeradas y firmada por él.

Parece ser que se trata de una crítica mordaz al mercado del arte, en el que la simple firma de un artista con renombre produce incrementos irracionales en la cotización de la obra, aunque ese no fue el mensaje que caló en mi, sino comprender cómo dentro de un contexto determinado llegó a crear un concepto en si mismo, sin ambages. El alarde de creatividad de Manzoni me pareció sublime.

Esto me llevó a pensar por qué la creatividad tiene que ser antisocial, también pensé que la sociedad tiene un orden, que crear es romper categorías, ir al caos y volver con algo de valor en la mente.

Vivir en sociedad tiene muchas ventajas que son claramente visibles, pero las desventajas no lo son tanto. Por ejemplo, si vamos por la calle no nos damos cuenta que no podemos gritar, si gritamos probablemente alguien llame a la policía y este ejemplo, si lo convertimos en concepto, es la metáfora de muchas cosas.

Sin ir más lejos, el otro día conocí a una cantante americana llamada, Billie Eilish. Tiene 17 años actualmente y cuando tenía 13 subió a la plataforma de internet SoundCloud una canción que grabó en su casa, con su hermano Finneas y se hizo viral, convirtiéndose en un gran éxito. Me quedé tan sorprendida por este fenómeno que no pude otra cosa que empezar a leer sobre él y conocer más acerca de los hermanos O`Connell.

Al parecer los padres de Finneas y Billie decidieron no llevar al colegio a sus hijos, sino que fueron educados en casa, rodeados de instrumentos y música. Esto es algo impensable para nuestro país, pero en Estados Unidos está permitido y así Finneas y Billie fueron liberados de pertenecer a un sistema educativo encorsetado, que hace que los alumnos acumulen conocimientos, poniendo a prueba su creatividad de forma honesta y desde la más absoluta privacidad e intimidad de su casa.

Por todo esto me niego a pensar que la creatividad sea algo subversivo o reaccionario que está inserto en un ambiente inadecuado. Considero que está todo inventado pero que para poder avanzar tenemos que llenarnos de referentes e indagar nuevos sistemas sociales sin miedo a equivocarnos o contradecirnos, porque como dijo Walt Whitman contenemos multitudes.

El secreto está en acudir a los primeros principios, a la simplicidad, pero, como decía Hannibal Lecter en "El silencio de los corderos", leyendo a Marco Aurelio nos podemos preguntar qué es cada cosa, cuál es su naturaleza.

lunes, 15 de abril de 2019

Un proceso de cambio que no podemos ver.

¿Nos están haciendo creer lo que ellos quieren o simplemente estamos tan anclados en nuestro pasado histórico que nos imposibilita ver más allá?

Estamos inmersos en un proceso de cambio y es preciso comprender las claves de ese proceso para poder sacar nuestras propias conclusiones, libres de apariencias y paradigmas.

Actualmente todo está politizado, la justicia, la religión, el empleo, la información. La política mediatiza todo lo que toca y lo pasa por el filtro de la actitud interesada, esto es conocido por todos. Pero hay una clave que se nos escapa, la política ya no persigue la noble y legítima meta del poder, la política persigue el capital, el dinero, el llenarse los bolsillos, el más vale quien más tiene. Y podemos pensar, está claro, es evidente, nada más hay que echar un vistazo al panorama actual; pero creo que hay que ir más allá, hay que darse cuenta que cualquiera, con pretensiones de alcanzar esa noble labor, le persigue la codicia, es decir, el fin ha cambiado,la consecución del poder ha perdido su sentido, ahora prima el dinero y nada más.

La justicia, politizada también, cercada y obligada también a capitular bajo intereses particulares de quienes gobiernan, se muestra implacable y partidista, pero es pura fachada, todo está negociado previamente,  en reuniones seudoseccretas, en las que se avisa para no ser traidor aunque más tarde haya chivos expiatorios que sean la diana de todas las opiniones, críticas e insultos.

Y aquí es donde los mass-media entran a jugar un papel vital aunque lo hagan de forma superficial. Tienen conocimiento de todo, pero informan de lo políticamente correcto sin extralimitarse ni un ápice, dentro de la más absoluta moderación, obviando hechos objetivos, lanzando opiniones sesgadas bajo el abrigo de títulos, logros y credibilidad, conocedores de que lo que no se escribe no se sabe y no es historia.

Los empleados de a pie, acomodados en esa clase media en la que estamos la mayoría, amordazados por el bienestar y la igualdad que nos ha dado el capitalismo, nos hemos quedado sin capacidad de maniobra, porque no se está dispuesto a renunciar a nada, así nos creemos lo que nos quieran contar sin cuestionarnos casi nada.

La iglesia mientras tanto no ceja en su empeño y determinación, sigue impenitente en su actitud de aguardar, sin tregua, para escurrirse entre los entresijos de este enjambre capitalista y salir “airosa”una vez más.

Espero seguir avanzando en mis cavilaciones.

Cuando terminé mi intervención hubo muchas preguntas comentarios y murmullos, pero me quedé con ésta porque me ayudó a completar mi reflexión:

"A ver si me aclaras una duda, Begoña, ya que te veo en plena forma: todos los días oigo en la radio que la soberanía reside en el pueblo. Yo no lo veo por ninguna parte. ¿Nos la han usurpado o es que vivimos en una realidad virtual desde la muerte de Franco? "

 Modestamente pienso que es una apariencia más que nos quieren hacer creer. Ni la soberanía está en el pueblo, ni creo que nos sintamos así sinceramente.

En la práctica, para entrar en material y sin ánimo de polemizar, personalmente, me sentiría “soberana” si la ley electoral cambiara y mi voto valiera en su justa medida, por ejemplo. Esto no va a ser posible hasta que este bipartidismo, ya absurdo, obsoleto y decadente, desaparezca, pero lo veo difícil que así sea. Los grandes cambios de la historia se han producido por epidemia, guerras y desastres, ahora ciertamente no se que haría falta.

En el franquismo no teníamos nada, ni dignidad siquiera, es como yo lo veo. Desde entonces hasta ahora hemos avanzado mucho, hemos recobrado esa dignidad perdida, hemos ido paso a paso alcanzando metas impensables. Sinceramente no creo que esto sea una falsa realidad, es la que es, la que los seres humanos hemos construido con nuestras genialidades y defectos. Fíjate que ironía, quién le iba a decir a Karl Marx que iba a existir esta explosión de la clase media y del bienestar, tan proclamado y ansiado por él, y que lo íbamos a conseguir a través del capitalismo!

Ilustración de Margarita Georgiadis, "Ojos vendados". 

jueves, 11 de abril de 2019

Vivir. Integrar, objetivar, acertar.

La realidad no existe, es el resultado de lo que ven los ojos, y lo que se ve depende de la posición emocional de la persona. Este proceso es aplicable a todos los seres humanos,  situaciones y estados emocionales, por ello hay que conseguir el mayor grado de conciencia posible para integrar, conseguir objetividad y acertar.

Imaginemos por un momento que nos ponemos delante de nuestros ojos, muy cerca, un objeto , cualquiera, una jarra de agua por ejemplo. El objeto está tan cerca que nos es imposible apreciar qué forma tiene, cómo es su parte superior, sí tiene asa, si no la tiene, incluso nos es difícil saber si es una jarra. 

La posición que mantenemos en relación al objeto , la jarra, nos imposibilita saber de qué objeto estamos hablando. Al no poder verlo en su totalidad nos impide relacionarnos con ese objeto de forma correcta, nos impide realizar un análisis de lo que vemos porque es una visión incompleta, en resumidas cuentas estamos teniendo una apreciación sesgada del objeto en cuestión, estamos tan cerca que tenemos una visión distorsionada y desenfocada de la jarra. 

La solución es fácil, alejémonos del objeto que queremos observar, veamos cómo es en su totalidad, tomemos distancia para poder intentar hacer una valoración de la jarra lo más completa posible. 

Al alejarnos tenemos una visión más objetiva, podemos relacionarnos con el objeto de forma más natural, lo puedes coger, lo puedes observar desde distintas perspectivas, incluso si me apuras lo puedes hasta utilizar para ver cuánto da de sí o qué otras funciones tiene, y así empezar a relacionarnos con el objeto de forma natural y con sentido.

Haciendo esto de forma natural, con sentido, en una palabra, integrándolo, nos vamos dando cuenta que esta distancia que hemos tomado nos ha dado objetividad y esa objetividad nos hace tener una actitud más asertiva en relación al objeto, que es la jarra, es decir lo que hablemos, comentemos o analicemos en relación al objeto van a ser comentarios mucho más acertados y vamos a poder obtener la mayor utilidad posible.

Y si todo este imaginario nos lo llevamos al plano de las emociones, de las relaciones, donde están implicados sentimientos tan fuerte como los generados entre una madre y una hija por ejemplo. Ahora ya no es un objeto sino personas, ahora ya no son formas sino emociones, ahora no podemos permitirnos el lujo de estar desenfocados sino afinados y certeros, midiendo la distancia para conseguir la objetividad adecuada y precisa sin dejar un ápice de certeza al azar.

Cuando todo esto se íntegra, se pone en práctica, nos vamos sorprendiendo de lo que somos capaces de hacer, la magia surge y todo empieza a fluir y curiosamente te vas motivando y animando y dándote cuenta de que ser madre es algo más qué reproducir patrones , que cumplir expectativas o llevar a cabo las no cumplidas.

Es un camino largo y duro y complicado, quién dijo que vivir era fácil, fácil es no nacer como tantas personas se han quedado en el camino sin llegar a este mundo, fácil es alienarse y andar como borregos en una sociedad que nos dirige y nos controla, fácil es obedecer a normas sin sentido con la etiqueta de ideologías y religiones que nos impide desarrollar nuestra agresividad tan necesaria como nuestro pacifismo.

Vivir es un derecho y hacerlo de forma plena debería de ser una obligación. 

viernes, 4 de enero de 2019

"Roma" de Alfonso Cuarón (2018).

"Roma" de Cuarón (2018), película que optará al Óscar y que pase lo que pase te robará el corazón.

Alfonso Cuarón dice que es su proyecto más intimista, más personal, más autobiográfico, diría yo.

Nos presenta el México de principios de los 70, con una familia de clase media alta, de la colonia Roma, un barrio emblemático de la ciudad.

Las revueltas estudiantiles, que se sucedieron en aquellos años, marcan la base de la película, que tiene su ritmo acompasado con la vida cotidiana de Cleo, la sirvienta de la familia, el alma de la película y también su protagonista, una protagonista puesta en el reparto y sacada de los recuerdos del Director para hacerle un homenaje en toda regla a las mujeres que lo criaron.

Partiendo de la base de que todo está inventado, Cuarón ha estudiado a los grandes, ha organizado sus recuerdos, ha hecho acopio de  referentes y ha dado forma a un imaginario colectivo que te atrapa sin necesidad de hablar. Sin embargo su poder narrativo es tan enorme que las escenas comunican por sí mismas sin apenas mediar palabra.

A este poder narrativo le ayuda un movimiento de cámara en redondo, pausado, donde se muestra todo tal como es, filmada en blanco y negro, en una escala de grises de muy corta tesitura, qué refleja la cotidianeidad tranquila, regular, sin sobresaltos, llena de bienestar.

Durante toda la película Cuarón nos va dejando miguitas de pan para que lleguemos al final del camino sin perdernos y sin sobresalto, aunque todas estas precauciones que se toma no pueden evitar la gran emoción que el espectador va a sentir cuando descubra el final, que entre otras muchas cosas es sutil y bello.

México y el mundo entero puede estar orgulloso de Cuarón.

"Ghost in the Shell", Mamoru Oshii. 1995.

"El anime es ver el mundo en un grano de arena." La definición más bonita, acertada y determinante que he escuchado sobre este gén...